Mis peques, ya que a la mayor le toca, tenían algunas dudas sobre el proceso que sigue un ratoncito para convertir sus dientes en juguetes.
Les expliqué que los consigue de los niños que ya no les hacen caso.
Sobre la duda de qué hace con tanto diente mi mujer intentó decirles que hacía collares que vendía a los ricos para comprar juguetes. La verdad es que eso ha desanimado un poco a la niña.
Lo arreglé diciéndole que los muele para hacer polvo de felicidad que utiliza con los mayores que están tristes. Ya que acumulan dentro toda la felicidad de los niños. Les gusto más.
Esta mañana la historia ha tenido su primera consecuencia. El peque ha llegado renegando a nuestra cama diciendo que el ratoncito Pérez le había robado su Pocoyo :-)
Me encantan estos nanos, ya me empieza a doler que crezcan.
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