La verdad es que en las últimas elecciones la hipocresía de los electores ha aflorado con mas fuerza que nunca. La necesidad hace tragarse muchos orgullos. He visto muchísima gente acercarse con excesiva solicitud y amabilidad a los candidatos. Sobre todo a los nuevos candidatos, de los viejos ya se sabía a que atenerse. La hipocresía va en dos sentidos.
Cuidado a los nuevos candidatos que se hayan dedicado a prometer cosas. Estas elecciones son especiales, hay un factor novedoso y determinante: la desesperación y el miedo de la gente. Las personas en esa situación se agarran a un clavo ardiente. La promesa tonta y fácil de la campaña es la última esperanza de muchos.
La persona que se haya rebajado a ese juego de hipocresía puede sentirse agraviada en lo mas profundo si se le defraudan las expectativas, independientemente de su lógica. No tiene que ser agradable recordarse en esas situaciones si los resultados no lo han compensado.
Dado el avance del PP, supongo que pueden darle algo de coba al personal mientras llegan las generales. Pueden delegar la culpa todavía un poquito más en Zapatero, que parece la única estrategia a nivel general del PP. Locos estarían si presentaran una moción de censura. Después de eso puede que les venga grande, el amor propio y la necesidad puede formar una combinación jodida.
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